COLMAR

Dejad los que estéis haciendo, olvidaros del mundanal ruido, poneros un cafelico y disfrutad de un lugar perdido en el tiempo, un lugar en el que sus casas, sus canales, sus terrazas, sus calles...te llevan a viajar en tu imaginación a un momento en el que  las mujeres llevaban vestidos rectos y largos con cinturones y odornos debajo del pecho y con sus cestas en la mano para comprar fruta y verdura en el mercado, un tiempo en el que los canales del barrio más encantador de la ciudad se llenaban de barquitos llenos de verdura y pescado para vender...
¿Quién dijo que no se puede viajar en el tiempo?
Es una ciudad encantadora. Si quieres disfrutar de calles con encanto, de casas bajitas con paredes de colores haciendo juego con las flores que adornan los puentes y terrazas que rodean los canales, plazas e iglesias con gran historia, bodegas y tiendas de vinos con ese olor tan propio y característico en la que puedes hacer catas y disfrutar de los vinos del lugar... este es tu sitio.
Cuando llegamos estábamos tan cansados de los días anteriores (nos gusta vivir el turismo, pero vivir también cansa!) que nos dimos una vuelta por el centro e inmediatamente nos fuimos a comer, nos hemos vuelto controeuropeos del todo, a las 12 en punto ya estábamos sentados en un restaurante. Ya sabéis, donde fueres haz lo que vieres...
Esta comida estuvo regular, pero durante todo el puente disfrutamos bastante comiendo, aqui en Suiza el comer es otra historia, pero este tema es digno de una entrada completa, así que en otro momento.
Cuando terminamos y nos echamos nuestro cafelico...jejejeje... seguimos andando. No tuvimos tiempo de planificar el viaje en condiciones porque lo decidimos en el último momento, así que el turismo lo hicimos por intuición, y cuál fue nuestra sorpresa cuando de repente doblamos una esquina y vemos esto:

Y pasa lo mismo que con las fotos de la catedral de Estrasburgo, que no le hacen justicia. Realmente es mucho más bonito, vamos, que HAY que vivirlo.

Este era un barrio de pescadores y curtidores, "le petit Venise". Antiguamente utilizaban los canales para lo que ya os he comentado, ahora sólo los utilizan los turistas. Toda la ciudad está muy bien conservada, a pesar de las guerras en las que se ha visto inmersa debido a su situación geográfica.
Tanto en Colmar como en Estrasburgo hay muchísimas tiendas de arte y antigüedades, y como a mi no me gusta ni una cosa ni la otra pues...no veas cómo he disfrutado! De una pequeña tienda junto a "le petit Venise" compramos estos recuerdos:

Es que fue ver el búho borracho y decir: Esto tiene que ser mio!!! Sergio se enamoró del cuadro de  los elefantes...y lo del gato fue un capricho...jejejeje!!! es que nuestra casa necesitaba algún cuadro...


Os dejo con algunas fotos del casco antiguo de Colmar:

¿Os ha gustado? Si os apetece un viaje más o menos tranquilo y muy romántico Alsacia es una gran opción. Hay muchos más pueblos preciosos para ver a los alrededores de Estrasburgo, son todos más o menos de este estilo y todos merecen la pena. Estrasburgo es recomendable al cien por cien, es una ciudad pequeña, manejera, muy bonita y muyyy tranquila (hay menos ruido en las calles que en Suiza, que ya es decir), o eso o me estoy quedando un poquillo sorda....

El viaje ha sido genial, muy muy bonito, pero tengo que ser totalmente sincera. Sergio dice que soy " la tonta de los paisajes", las ciudades son encantadoras y espectaculares, pero me gustan las montañas suizas, me encantan los pueblos rodeados de ríos y de montañas enormes y empinadas cubiertas de pinos verdes y sin ningún recoveco entre uno y otro. Si este fondo se lo pusiéramos a las ciudades visitadas...sería la perfección...pero no se puede tener todo en esta vida...

Bueno, para terminar y para demostrar que es mejor VIVIR que ver... os dejo una recopilación de imágenes que nos habríamos perdido si no hubiéramos decidido vivir... a muchos quizá no les dirán nada, pero a mi me parecen bonitas, el mundo está hecho de pequeñas cosas deseando ser descubiertas, sólo tenemos que aprender a mirar!!!!

La cigüeña, uno de los símbolos de Alsacia. No me digáis que no queda mono!!!

 Este es el ejemplo de que cualquier sitio es bueno para disfrutar de la naturaleza...

No os parece super tierno.....

Podemos vivir sus calles y su arquitectura, esta casa me encantó...

Nunca se sabe qué va a aparecer al final de un callejón...

 Y también podemos ver la casa en la que tienes que dormir de pie y entrar de lado...

Y con esto nos despedimos. Esperamos que hayáis disfrutado el café y nuestro viaje.

Un besazo mu grande!!!