Ya me he vuelto suiza y en cuanto sale un rayito de sol salgo corriendo a la calle a sacar mi cabecita, como los caracoles. Aún no se ma ha pegado la costumbre que tienen aquí de parase en medio de la calle, quedarse quieto con la cara hacia el sol y los ojos cerrados...pero todo se andará.
Hace dos sabados estuvimos en Rapperswil, un pueblecito junto al lago de Zurich. Y claro, como no, hizo mal día, aunque alguien ahí arriba se apiadó de nosotros y dejó que el sol luciera sus rayos por un ratito. No llovió, eso si, que ya es suerte.
Así que dándonos igual el tiempo cogimos el tren hacia allí.
A Rapperswil la llaman la ciudad de las rosas, abundan por todas sus calles en color y en cantidad, y también adornan el escudo de la ciudad.
Está muy cerca de Zurich, en la parte oriental de su lago, en el cantón de San Galo.
La parte más alta de Rapperswil está dominada por su castillo (que raro un castillo en Suiza, no?...) y rodeado, a su vez, por el casco antiguo.
El entorno del castillo es muy bonito, toda la ciudad es muy romántica en si, tantas flores y jardines... Cuando llegamos al castillo vimos que se estaba preparando una boda, boda coctail parecía, y estaba aún más bonito. Me habría gustado quedarme más para cotillear y eso...jejeje...pero había muchas cosas que ver.
Esta foto la he bajado de internet, no hice fotos de la boda por aquello de la intimidad.
La estructura del castillo se encuentraen la parte alta de una colina hecha de roca que está en la península que se llama Lindenhof, en su lado occidental, Herrenberg, en su lado oriental, que es dónde se levanta el castillo.
Tiene unas vistas muy bonitas del lago que lo rodea por todas partes excepto por detrás, que está el pueblo.
Os dejo con algunas fotos más que hicimos.
Ahí me casaré el 9 de agosto, y no conozco!!! qué emoción...
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